26/2/14

EL POR QUÉ DE ESTA MÚSICA PARA EL DÍA DE ANDALUCÍA 26-2-2014


“¡Olé, ese arte andaluz!”. Cuántas veces se escucha esta expresión u otras similares, y cuántas veces viene a nuestra mente colectiva el flamenco (pero solo con sus principales figuras), la copla o el folklore más tradicional y arraigado.

Hablar de música andaluza parece ser sinónimo de cante jondo, de soleá, fandango (en sus localizaciones “granainas”, malagueñas o rondeñas), seguiriya y seguidilla (pues no son lo mismo), canciones de trilla y por supuesto las siempre omnipresentes sevillanas.

Sin embargo, hablar de música andaluza supone hablar de la música que nace a consecuencia de nuestra sociedad, del tiempo en el que a cada canción le toca nacer y destacar, y de todas las circunstancias artísticas, presentes y pasadas, que conforman el ADN particular de ese “arte andaluz”.

El flamenco y el folklore ”de toda la vida”, esos por los que los nacionalismos suspiran y las identidades culturales tejen su particular intrahistoria, no son más que las manifestaciones de unas épocas concretas, de unas gentes y unas costumbres que los vieron nacer y que nos han legado como se legan unos ojos azules, una propiedad o una diabetes.

Forman parte de nuestro pasado, y sin duda de nuestro presente pues aquí están, pero no podemos olvidar que cada generación tiene su voz y cada momento su particular historia. Y es por ello por lo que no se les puede negar su pertenencia a ese “arte andaluz” a otros grupos y corrientes estilístico-musicales más actuales.

No podemos condenar a un grupo que utiliza un lenguaje musical cuyos  primeros sonidos se emitieron lejos de Andalucía, a no ser andaluz. Tampoco podemos decir que no forman parte de nosotros unas canciones por el simple hecho de que sus autores sean conocidos (y no sean obra del famoso “anónimo”), y porque tengan la suerte o desgracia de seguir con vida.

Tote King o SDFK pueden ser herederos de un estilo que nació en los 70 en un barrio de Nueva York, pero sus letras son un reflejo de la vida más popular que han visto sus ojos andaluces. Medina Azahara sigue al progresivo, pero sus melodías están plagadas de ecos de la tradición que más asociamos a nuestra tierra.
Por ello la selección de música para este día (que complacerá a pocos y disgustará al resto) no es más que una mínima muestra de toda la música que ha dado esta comunidad. No están todos, ni siquiera los que algunos considerarán los fundamentales, pero todos los que están son de aquí(algunos tan nuevos como el almeriense Cables Cruzados) y asimilaron la diversidad de esta cultura que nos empeñamos en nombrar en singular. Y fue esa asimilación y el formar parte de esta sociedad (o microsociedades) lo que dio lugar a ese arte, a esa forma de cantar, a esas letras y por supuesto a esa entonación tan variada en cada caso, y al mismo tiempo tan uniforme para cualquiera que se compare con más allá de Despeñaperros.

De todos estos, algunos serán olvidados y otros pasarán a ser la cabeza visible de explicaciones musicológicas, pero lo que está claro es que ahora mismo forman parte de nosotros y de nuestra historia, y por ello están aquí en representación de toda la variedad y mezcolanza que simboliza nuestra sociedad y cultura.                                                                     


“el de música, M.J.F.L”

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